CAPITULO 6

Organizando hacia la Unidad
No hay Virtud sin Obediencia
Oren al Principio y al Final
Amor y Perdón
Cruzadas de Oración por la Unidad


CAPITULO 6

ORGANIZANDO HACIA LA UNIDAD

Hemos encarado las difíciles cuestiones teológicas y he presentado mi opinión, sabiendo que Nicolás y Myrna nunca darán una. Hemos visto en los mensajes que el Cielo ha tomado una posición, y que la doctrina es importante. Cosas como "Oren por los que habitan entre el cielo y la tierra, la Trinidad y la Madre de Dios, la comunión de los santos, la unidad del reino", son todas Doctrinas que han sido encaradas en los mensajes de Damasco. Estas fueron las Doctrinas que dividieron a la Iglesia. Tal vez no estemos seguros de si debemos tomar partido en estas disputas y discutir sobre cuál Reino proclama estas Doctrinas y cuál enseña contra ellas, pero una cosa que debemos saber es que no puede haber dos Cristos, dos verdades, dos caminos. Sin embargo, como ocurre en la naturaleza humana, si fuéramos una sola persona seríamos grandiosos, ya que una mujer tiene lo que a un hombre le falta y viceversa. Esto también es verdad de los Católicos y de los Ortodoxos hoy en día.

Recuerdo que observaba la construcción de una Iglesia nueva y bella en Escondido, California; la gente la estaba construyendo con sus propias manos, y era un tributo maravilloso a Dios. Las Iglesias Católicas construídas en mi área durante los últimos veinte años han sido tan pobres e irrespetuosas para el Altísimo que estaba extasiado viendo construir una en la cual disfrutaría entrar. Para mi gran tristeza, sin embargo, era una Iglesia Armenia-Ortodoxa y no podía asistir. Ahora- hay una bella Iglesia Griega-Ortodoxa en construcción.

Cuando nos unamos, las iglesias étnicas llenarán el vacío porque muchos Católicos (como yo) preferiremos ir a las iglesias donde Dios es verdaderamente alabado.

Nosotros los Católicos tenemos de verdad una riqueza de Santos y apariciones para ofrecer a los Ortodoxos, pero los Ortodoxos tienen una riqueza de bellas iglesias, arte, música y misas más reverentes para ofrecer a los Católicos. Juntos le daremos gran alegría a la Santa Trinidad y a la Madre de Dios.

Es obvio, si nos basamos en el contenido de los mensajes, que va a ser muy difícil para los Protestantes unirse con los Ortodoxos y los Católicos, pero no hay nada que impida a las Iglesias Católicas y Ortodoxas llegar a ser una, excepto a lo que se refiere a los asientos del poder. A través de los años todos los otros obstáculos se han desvanecido. QUIENES TENGAN EL MAYOR AMOR SERAN LOS QUE SE BAJARAN DE SUS ASIENTOS.

Nosotros, el pueblo, a través de nuestras oraciones, les daremos ese amor. Los amaremos tanto, rezaremos por ellos tanto, les daremos tanto entusiasmo, que ellos tirarán sus asientos por las ventanas. Entonces los tomaremos en nuestros brazos y corazones y los amaremos por el camino hacia Cristo y María.

NO HAY VIRTUD SIN OBEDIENCIA

Las divisiones en el Reino han ocurrido por una sola razón: la desobediencia. En la medida de que exista obediencia a la autoridad superior y a las leyes de Cristo, no puede haber divisiones en el Reino.

A finales del primer siglo D.C. el obispo Ignacio de Antioquía dijo:

"De la misma manera que el Señor era totalmente uno con el Padre, y nunca actuó independientemente de El, ya sea en persona o a través de los Apóstoles, así también ustedes mismos nunca deben actuar independien temen le de su obispo y Sacerdotes. DEBEN PERSUADIRSE A SI MISMOS DE QUE NO ES CORRECTO Y APROPIADO, POR NINGUNA RAZON, SEGUIR SU PROPIO JUICIO PRIVADO; tengan un solo servicio de oración al cual iodos atiendan; una súplica unida, una mente y una esperanza, con amor e inocente alegría.

"Porque no podemos tener vida separados de Jesucristo; y así como El representa la mente del Padre, así nuestros Obispos, aun aquellos que se encuentran en las partes más remotas del inundo, representan la mente de Jesucristo.

"Es por esto que es apropiado para su conducta y sus prácticas adaptarse lo más posible ala mente del Obispo. Y esto es en verdad lo que están haciendo los sacerdotes justa ni ente respetados, quienes son un crédito para Dios, están a tono con su Obispo como las cuerdas de un arpa, y el resultado es un himno de alabanza a Jesucristo, de mentes que piensan al unísono y de afectos que están en armonía. Vengan entonces, y júntense a este coro, cada uno de ustedes; dejemos que haya una completa sinfonía de mentes en concierto; tomen todos juntos el tono de Dios, y canten en voz alta al Padre con tina voz a través de Jesucristo, de manera que El pueda oirlos y saberpor sus trabajos que ustedes son ciertamente miembros del Cuerpo de Sil Hijo. Un frente completamente unido ayudará a mantenerlos en constante comunión con Dios. "

Si nosotros, el pueblo, recurrimos a la desobediencia para traer unidad, fallaremos porque si aceptamos la desobediencia ahora, la amaremos mañana. Necesitamos la ayuda de Dios y Sus gracias para crear unidad o, si pecamos, la gracia será cortada. Cristo dijo que toda autoridad viene de Dios. (Romanos 13:1-14).

El Padre Pío dijo: "Sin obediencia no hay virtud." Su Obispo, su Patriarca, su Pastor, su Sacerdote, son las claves de la unidad. Ellos deben ser parte de nuestro movimiento hacia un Reino en la Tierra. Debemos amarlos y rezar por ellos porque ellos son los únicos que harán los sacrificios, no nosotros.

Haré algunas sugerencias para conseguir esta unidad que Dios nos está pidiendo. Pero NUNCA hagan nada sin la aprobación de su obispo o de su Patriarca. La gran lección de la Revolución Francesa es que un gentío sin una cabeza caerá en el pozo.

Pediremos a los sacerdotes Católicos y a los sacerdotes Ortodoxos que recen juntos con nosotros. Le pediremos a los Obispos Católicos y a los Patriarcas que recen juntos con nosotros. Es este juntarse lo que María nos está pidiendo. Ella no nos está pidiendo que nos separemos sino que nos unamos. Es a ellos, los grandes, a quienes hay que unir. Nosotros somos los que rezaremos por ellos, les daremos ánimo, y los amaremos, insistiremos pero no desobedeceremos.

En el espíritu de Santa Catalina de Siena, nosotros daremos ánimo, daremos consejo, sí, y además reprenderemos con amor, pero no vamos a desobedecer. Si nos rebelamos en contra de la autoridad, seremos tan culpables como fueron nuestros padres.

OREN AL PRINCIPIO Y AL FINAL

Sin la ayuda de Dios, nunca podremos alcanzar unidad. La unidad comienza en el hogar y esparce sus rayos a la comunidad y luego a la nación y después al mundo. Oremos juntos en familia, en la comunidad y como una nación. Y así, si Dios quiere, estaremos juntos como un Reino. No hay otro camino. Al Padre Patrick Peiton le pidieron que organizara en las Filipinas una Cruzada nacional de¡ Rosario. El Cardenal Sin sabía que rezando en familia llevarían a la comunidad y a la nación a rezar, y cuando las naciones rezan el mundo está en paz. Cuándo la cruzada alcanzó su punto máximo, el Padre Peiton se encontró parado delante de dos millones de personas todas rezando juntas. ¿Imposible? ¡Receny verán!

"En verdad les digo: Si tienen realmente fe y no vacilan... dirán a ese cerro: 'Quítate de ahíy échale al mar', y así sucederá. Todo lo que pidan con una oración llena de fe, lo conseguirán. (Mateo 21:21-22).

Si usted es Católico y no conoce a ningún Cristiano-Ortodoxo, vaya y encuentre uno. Pídale que venga y rece con usted. Si usted es Ortodoxo, vaya y encuentre a un Católico. Recen juntos. Ese es el comienzo. Sacerdotes Católicos, vayan y recen con sus coleg " as sacerdotes Ortodoxo.s. Obispos, llamen a sus más cercanos líderes Ortodoxos y pídanles rezar juntos.

Ese es el comienzo. Construyan pequeños altares en sus casas y recen. Recen el Rosario, recen las oraciones de los mensajes, recen por la unidad. Pídanle a los enfermos que ofrezcan sus sufrimientos por la unidad. De estas oraciones recibirán el aceite, el poder de¡ Espíritu Santo, y su poder derribará los muros de la separación.

Recemos la Oración del Señor juntos, porque cuando decimos "Padre Nuestro", no decimos "Padre Mío ". Decimos "PadreNuestro ", ya que todos somos hermanos y hermanas en Cristo. Todos somos Cristianos en la medida en que recemos la Oración de Nuestro Señor. Así que unámosnos. Cuando decimos, "Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el Ciclo ", estamos pidiendo por la unidad y sabemos que esa es la Voluntad de Dios. -Danos hoy nuestro pan de cada día", estamos pidiendo el maná del Cielo, el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor, no solamente para nosotros, sino para todos nuestros hermanos y hermanas. Cuando rezamos, "Perdónanos nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden" estamos pidiendo algo muy decisivo ya que El nos juzgará sobre esto.

Escuchen las palabras cuidadosamente. Es una oración de grupo. Estamos rezando por todos los miembros del Reino. NO NOS dejes caer en la tentación del nacionalismo, Señor, sino LIBRANOS del demonio de la desunión. Así sea. Incluso en la oración a María decimos "nosotros" y no "yo". ACTUEMOS conforme a lo que rezamos.

AMOR Y PERDON

Sin amor y un corazón que perdona, nuestras oraciones no serán respondidas. Debemos sentir en nuestros corazones un amor como el de Cristo. Cuanto más resistencia le hagan los demás, cuanto más críticas y más resentimientos, más debe usted amarlos. Amen al mal sacerdote hasta que sea bueno. Amen al codiciooso hasta que sea generoso. Amen al pomposo y orgulloso hasta que sea humilde.

Siembren paz y amor en sus corazones, y los muros de la separación se vendrán babajo. Cualquier cosa que lo separe a usted de su hermano, deshágase de ello. Si es el lenguaje, supérelo. Si es el nacionalismo, o el color, o la política, o la edad, supere todas esas cosas. Aprenda a amar a todos los hijos de Dios, sin que nada importe. Si tenemos divisiones en nuestros corazones, no superaremos estas divisiones en el Reino de los cielos.

No entremos en discusiones acerca de quién tiene razón y quién no.

"La gente entiende las actitudes, no los argumentos; ellos objetan las maneras, no las ideas. Los de arriba han estado exponiendo sus ideas de unidad y evocando poca respuesta, Ha llegado el momento de cambiar de rumbo, de cambiar de estrategia. Es momento de actuar y de dar el ejemplo. Si fallamos, al menos no espor no haber tratado. Es mejor tratar y fallar, que fallar al no tratar y experimentar para siempre la inestimable pérdida de lo que pudo haber sido.

CRUZADAS DE ORACION POR LA UNIDAD

Es momento de actuar. Nosotros anhelamos la unidad, pero si esperamos que caiga del cielo, no nos gustarán los resultados.

"Los dados de la suerte han sido echados, y cada uno de nosotros tiene asignado un rol que jugar. El nuestro es mantener prendida la luz del faro de la UNIDAD para aquellos que han perdido su camino, es articular las fervientes esperanzas de gente que ha perdido repentinamente sus voces, es adoptar la sólida postura de coraje frente a esa esperanza, que sin importar cuán opaca o distante se encuentre, nunca se desvanecerá de la vista. "

(Ninoy Aquino)

Es tiempo de actuar. Organicemos oraciones diarias en nuestras casas, luego organicemos oraciones semanalmente con las iglesias separadas. Hagamos que nuestros sacerdotes y obispos autoricen marchas y jornadas de oración cada mes con otras iglesias y oremos juntos. Enviemos cartas a todos los pastores. Hagamos carteles, llamemos a las estaciones de radio, vayamos de puerta en puerta. Imprimamos estampas de Nuestra Señora de Sofanía y de los mensajes. Comuniquemos por los alrededores el plan de Dios para la Unidad.

Hagamos planes para tener una masiva CRUZADA DE ORACION POR LA UNIDAD una vez al año, organicemos todas las parroquias en cada ciudad para que los fieles vayan a ellas sin importar qué religión o fe. Hagamos que los Obispos se involucren. Hay que imprimir carteles, escoger un sitio grande (parque o estadio), conseguir tarjetas de compromiso que prometan trabajar y rezar por la UNIDAD, instalar un escenario, micrófonos, sistema de alto parlantes, banderas, insignias, y una pintura gigante de Nuestra Señora de Sofanía. Tengamos en cuenta los servicios de seguridad, médicos y servicios higiénicos. Preparemos las canciones, las oraciones y los oradores. Invitemos a los medios de comunicación, a las celebridades y a los grandes. Organicemos una misa concelebrada, si los Obispos están de acuerdo. Leamos en voz alta los mensajes del Milagro de Damasco, e invitemos a Myrna que venga y rece con nosotros. Ella vendrá, porque esa es su misión, y ella debe completar Su misión.

Ustedes enseñarán a las generaciones unidad, amoryJé. Anda y predica a todas las naciones, y diles sin temor que tienen que trabajarpor la unidad.

María nos está dando PAZ a través de Fátima. Démosle a Ella UNIDAD a través de Sofanía. Digámosle a Cristo:

"AQUI ESTOY, SEÑOR, PORQUE TU ME LLAMASTE.